5 de agosto de 2013

Donde acaba el mundo civilizado.

Según la China Imperial, tras ella estaban los demonios de los desiertos y los bárbaros ejércitos de Asia Central. 

Una bicicleta china, el bicing de la República, nos lleva desde la ciudad de Jiāyùguān hasta el fin de la Gran Muralla China en su lado Oeste. 

Construída junto con el fuerte de Jiāyùguān, entre los siglos XIV y XVI, en adobe y ladrillo, desde ella se controlaba el tráfico de mercaderes de la ruta de la seda, así como posibles intrusos procedentes del Oeste desconocido.

Actualmente, quedan kilómetros aislados de muralla por entre los cuales pasan carreteras, líneas eléctricas, ferrocarriles... Grandes orificios por los que los "bárbaros del oeste" han conseguido entrar con su capitalismo, siendo gratamente recibido por el superconsumismo chino.

De igual manera, otros aspectos culturales fueron traspasando la muralla, entre ellos la comida, que a medida que avanzamos hacia el oeste va substituyendo el cerdo y el arroz por el cordero y el trigo.




























No hay comentarios: