25 de junio de 2013

Llegando al país de Ghinggis Khaan.

Nos despedimos de Rusia cogiendo un bus en Ulan Udé que nos llevará hacia Mongolia, a la ciudad de Darkhan.
El paso fronterizo está a tres horas de camino en medio de una gran pradera. Dos horas para pasar los dos controles. Hacemos una primera parada en un restaurante mongol, del Hotel Plaza de Sükhbaatar, para cambiar rublos a tögrögs y para comer el menú, del que evidentemente no entendemos nada. Aunque el mongol comparte las mismas letras que el ruso, no se parecen absolutamente nada. Nos toca empezar a estudiarlo...
Varias horas de paisajes inmensos salpicados por pequeñas manchas blancas. Poco a poco reconocemos la tierra mongola por la cantidad de yurtas diseminadas en medio de la pradera.
Llegamos a Darkhan, la tercera ciudad más grande de Mongolia y una de las más feas que hemos visto! Fue fundada durante el comunismo en los años 60 para dar vivienda a los trabajadores de las minas que hay en los alrededores. 
Llegamos a la ciudad al mediodía, hora punta y con atasco! teniendo en cuenta que Mongolia, con tres millones de personas, es uno de los países con menor densidad de población, un habitante por km2!, no está mal!

















1 comentario:

ANTONIO RECIO ·no limpio pescado dijo...

Ke pequeño se ve uno en tanta inmensidad¡¡
pd: Baja truño de poeta que soy¡¡