27 de diciembre de 2013

Barcelona y la historia de un engaño.

Todo empezó en Kirguistan, a principios de septiembre, una tarde dando un paseo. Regresar a casa por Navidad sin que nadie lo supiera. Una sorpresa, un juego y un reto. Una larga planificación y un desafio para la família; la comida no serà un problema siempre sobra, pero que pasará con las sillas, habrá suficientes...?
Las fechas de viaje se prestaban a ello, el invierno se cernía sobre nosotros y las cada día menos horas de luz, nos hicieron plantear si valía la pena alargar el viaje unas semanas más. Queriamos regresar a casa por tierra.





Para ello, compramos un pase Interrail por internet desde Iran que hicimos enviar a un hotel de una ciudad de Turquía, a la que llegaríamos dentro de un mes. Los billetes llegaron sin ningún problema y los recogimos más o menos en las fechas previstas.
La planificación y logística de la ruta de regreso a casa fué quizas lo más complicado. Recorrido, horarios, dónde recoger las reservas de los trenes, reservar hoteles.



Al final, tras muchas horas, encontramos la ruta más conveniente para regresar a casa, con un pequeño condicionante, Venecia. Queríamos pasar por la ciudad de Marco Polo y completar nuestra particular ruta de la seda. 
Finalmente, el recorrido fue Estambul, Bucarest, Budapest, Salzburgo, Venecia, Niza, Girona y por fin Barcelona. Un recorrido de doce días, viajando en tren. Un recorrido de novela, el mismo con el que en su día Agatha Christie se inspiró para su novela, "Asesinato en el Orient express".












Para la sorpresa, únicamente tres cómplices: un miembro de cada familia y una amiga de Girona que nos daría cobijo un par de noches, antes de llegar a Barcelona el 24 de diciembre donde celebraríamos nuestra Noche Buena particular, después de estar un año juntos necesitabamos una noche más para nosotros, una noche especial, bien merecida, antes de empezar con las sorpresas familiares del 25 y el 26 de Diciembre.
El resto fue fácil, atrasamos unas cuantas noticias en el blog para hacer creer que pasaríamos la Navidad en Turquía. Y el plato estaba listo.











Ahora ya en Barcelona y desvelado el secreto, sólo unas noticias más. El relato de estos últimos doce días, y un pequeño resumen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

M'heu emocionat, capullitos!!! Quines ganes tinc d'abraçar-vos

Esther

Anónimo dijo...

Que cabrons.!!!!!!!!!

Ernest