10 de septiembre de 2013

Un breve resumen de Kyrguistan.

Kirguistan, un país desconocido para nosotros, una antigua república soviética que no entraba en nuestros planes y que ha acabado siendo nuestro refugio temporal ya que es el único país de Asia Central en el que no se necesita visado, mientras esperamos nuestra entrada en Kazahastan, cuyo visado marca una fecha concreta.
Un paisaje desértico y muy montañoso, las impresionantes cordilleras de Tian Shan y Pamir con picos de más de 7000m y donde quedan rincones inexplorados y algunos picos vírgenes, ya que muchas de estas regiones han permanecido cerradas hasta hace pocos años.
Cordilleras que dividen el país, que separan el norte del sur, que no tienen demasiado en común. El sur de mayoría Uzbeka más musulmana y el norte de mayoría Kirguiz y más rusificado. Todavía la población hace uso de sus sombreros para distinguirse: los kirguís con alto sombrero de fieltro blanco, los uzbecos con sombreros más coloridos y chatos.
Un país incipiente en el mundo del turismo con gente ilusionada, que te pregunta si te gusta su país. Con iniciativas de desarrollo rural basado en el turismo en casas particulares o eesértico yn yurtas como las mongolas, que hace que el viajar sea más interesante y puedas conocer sus costumbres de forma más cercana. 
La comida casera buena y equilibrada; en la calle, kebabs, shawarmas, langman y arroz pilaf (monótona y con demasiada grasa) aunque siempre puedes desengrasar con un trago de bozo, jarma o maksym, unas bebidas fermentadas de leche con cereales, con un sabor que es como poner vichy y sal a un café con leche frío o a un yogur. ¡Pruébalo una vez y no más! en cualquier puesto en la calle....Y para los que prefieren un desengrasante más fuerte, como en Rusia y Mongolia, mucho vodka, demasiado...
La decoración de las casas con alfombras hasta en las paredes, letrinas en el exterior y lavamanos en el jardín. La construcción de las viviendas, algunas a la forma tradicional, con madera y otras, aprovechando containers provenientes de otros países.
Aparte del paisaje y la gente, el país poco más tiene que ofrecer. Poco o nada queda de lo que fueron importantes paradas de la ruta de la seda, unas pocas casas y monumentos de la época soviética y nada más. De verdad, nada más. Incluso el nomadismo de los pastores que vivían en yurtas, se ha convertido en algo estacional, sólo para el verano. Mientras pastan los animales, rentan sus yurtas para el turismo.
Parece que desde que se fueron los rusos todo ha permanecido igual. Aunque con opiniones muy divergentes respecto al comunismo de entonces y la democracia actual.
Una gente muy amable con unos ojos impresionantes y una diversidad de fisiognomías increíble. Gente que se siente ilusionada con hacerse fotos con los turistas...
Un país en vías de desarrollo, con malas infraestructuras y malas comunicaciones, aunque resulta fácil desplazarse gracias a la gran flota de minibuses y taxis compartidos, con los consiguientes timos para los turistas...
Kirguistán, un país que hasta hace unos meses apenas sabíamos ubicarlo exactamente en el mapa. Un país que desea ser ubicado para poder despertar de su letargia postsoviética.
























1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífic relat, cada cop domineu més la prosa!
Gràcies per donar-nos a conéixer el Kyrguistan
Sergi