Huángshān, un típico paisaje chino.

Un dia y medio de autobús y tren, con un tramo de alta velocidad, en el que curiosamente puedes

viajar sin derecho a asiento, para recorrer los casi 2.000 km que separan Dehang, en la provincia

de Hunan, de Huangshan, en la provincia de Anhui, atravesando la provincia de Hûbei en la que

poco hay a ver.

1, 2, 3...40.789, 40.790, 40.791...

De nuevo hemos vuelto a contar escalones para subir una montaña, pero esta vez durante dos días

seguidos!

Huángshān es uno de los típicos paisajes chinos que uno espera encontrar cuando viaja a China,

además de ser el típico cuadro colgado de un restaurante chino.

Es uno de los paisajes más espectaculares del país, con sus picos de granito y retorcidos pinos, que

ha sido fuente de inspiración de cientos de pintores y poetas.

Muchos de estos picos y parajes llevan nombres románticos que resultan curiosos. Iniciamos

nuestra excursión bajo el pico de la Roca Púrpura, pasando por el pico de la Capital Celestial

donde nos sorprende un paisaje helado; esta última noche ha hecho mucho frío. De nuevo, otro

rincón lleno de candados que los enamorados llevan con sus nombres grabados y que cierran en

las cadenas de las barandillas.

Continuamos hacia el pico de la Pantalla de Jade en el que los monos asaltan a los caminantes

en busca de comida. Al cabo de un rato llegamos al Pico de la Flor de Loto, donde comemos.

Pasamos la tarde de pico en pico, ya que todas las montañas están unidas por puentes, escaleras,

túneles excavados en la roca, pasarelas colgadas de la pared, teleféricos...Increíble la obra de

ingeniería con tal de hacer accesible la montaña. Eso supone cruzarse con mucha gente, con

peculiares vestimentas muy "apropiadas" para la ocasión: desde uno vestido para hacer el

Himalaya, que baja del teleférico, y luce una medalla de oro con su nombre gravado, conforme

ha llegado a la cima, a otras que parecen salir de un centro comercial, y bajan por la misma ruta

que tú... pero no subestimemos a ninguno, ya que todos llegan hasta el final. Y quien no puede,

pués se le lleva en la sillita de la reina, gracias a unos transportistas tan fuertes como los que suben

comida, sábanas y diversos materiales a los hoteles de la cumbre.

Tras ver el atardecer, nos dirigimos hacia el albergue a través del pico de la Cresta del Ganso

Blanco desde donde puedes ver el pico Brota una Flor en la Punta de una Pluma...o era al revés?

Al día siguiente proseguimos la excursión a través de más escaleras que durante tres kilometros

de subida nos llevan al pico de la Cumbre Brillante, donde iniciamos el descenso de los 15 km

que nos quedan de bajada, en forma de escalera. La multitud de piedras con nombres curiosos nos

permite darle nombre a algunas de ellas: el tío de la boina, una tortuga en el paraíso, un pene como

la copa de un pino...

¡Nos duelen las rodillas! 40 km de escalones.

Todos los nombres de los picos son reales, si bien en el relato no se ha respetado el orden.